La fiebre se produce cuando
el “termostato” interno del cuerpo aumenta la temperatura corporal por encima
de su nivel normal. Este termostato se encuentra en la parte del cerebro
denominada hipotálamo.
La temperatura
corporal de la mayoría de las personas varía incluso un poco a lo largo del
día: suele ser un poco más baja por la mañana y un poco más alta por la tarde,
y puede fluctuar cuando los niños corretean, juegan y hacen ejercicio.
¿QUÉ
HACER?
Es recomendable darle algún
medicamento contra la fiebre (antipirético) o un analgésico que también esté
indicado para bajar la temperatura.
El paracetamol (Tylenol) e
ibuprofeno (Advil, Motrin) ayudan a reducir la fiebre en niños y adultos.
Tome paracetamol cada 4 a 6
horas. Funciona bajando la temperatura.
Tome ibuprofeno cada 6 a 8
horas, pero no lo utilice en niños de 6 meses de edad o menos.
El ácido acetilsalicílico
(aspirin) es muy eficaz para tratar la fiebre en los adultos. No les dé este
medicamento a los niños, a menos que el pediatra le haya indicado usarlo.
Sepa cuánto pesan usted o su
hijo y luego verifique siempre las instrucciones en el paquete para encontrar
la dosis correcta.
En caso de niños de 3 meses
de edad o menos, llame al médico primero antes de administrarles medicamentos.
¿CÓMO
INTENTAR BAJAR LA FIEBRE?
No envuelva a alguien que
tenga escalofríos.
Quite el exceso de ropa o de
frazadas. El cuarto debe estar cómodo, no demasiado caluroso ni frío. Pruebe
con una capa de ropa ligera y una manta liviana para dormir. Si el cuarto está
caliente o mal ventilado, un ventilador puede ayudar.
RECOMENDACIONES
Un baño tibio o un baño de
esponja pueden ayudar a refrescar a alguien que tiene fiebre. Esto es especialmente
eficaz después de suministrar medicamento; de lo contrario, la temperatura
podría volver a subir en seguida.
No use baños fríos, hielo ni
fricciones con alcohol. Estos enfrían la piel, pero con frecuencia empeoran la
situación causando estremecimiento o escalofríos, lo cual eleva la temperatura
central del cuerpo.
CUÁNDO
ACUDIR AL MÉDICO
Si se ha tratado de bajar la
fiebre con los métodos antes mencionados y ésta permanece sin cambio (40º
centígrados en adultos, 39° en niños y 38º en bebés menores de 3 meses).
Al presentarse junto con
cualquiera de los siguientes síntomas: dolor de cabeza intenso; dolor e
inflamación importante de la garganta; sensibilidad ocular a la luz brillante;
rigidez considerable del cuello y dolor en éste al inclinar la cabeza hacia
delante; confusión mental, vómito persistente, dificultad para respirar, apatía
e irritabilidad extrema.
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