El síndrome de la MUERTE SÚBITA o MUERTE
DE CUNA es una trágica crisis que puede sufrir un pequeño, el cual deja de
respirar mientras duerme.
Se presenta con mayor frecuencia entre los 3 y 6 meses de
vida, situación que coincide con el momento en que los bebes comienzan a tener
sueño profundo, durante el cual presentan menor respuesta a los efectos que
produce el bajo nivel del oxígeno.
Es importante saber que para el organismo pueda funcionar
adecuadamente debe haber un balance entre la cantidad de oxígeno y dióxido de
carbono en la sangre, el cual es regulado por pequeñas células sensoriales que
se localizan a lo largo de algunos vasos sanguíneos.
COMO DISMINUIR EL RIESGO:
Un estudio realizado con madres que duermen junto a
sus hijos revelo que cuando alguno de los dos se mueve, tose o cambia de
posición, provoca que el otro haga lo mismo.
La lactancia materna,
protege a los pequeños de infecciones respiratorias, lo que contribuye a
disminuir el riesgo de sufrir muerte de síndrome súbita. Asegúrese que el niño
duerma sobre un colchón firme, sin colchonetas o muñecos de peluche que
puedan bloquear su respiración. Procurar acostarlo boca arriba o de lado,
taparlo con sábanas y una cobija y ponerle pijama sin gorro, ya que este último
podría moverse y obstruir su nariz.
Mantener la habitación templada. Nadie debe fumar cerca del
pequeño, pues el humo del cigarro debilita sus vías respiratorias.
En la actualidad, muchos médicos e investigadores creen que el SMSL es ocasionado por muchos factores, entre ellos:
- Problemas con la capacidad del bebé para despertar (estimulación del sueño).
- Incapacidad del cuerpo del bebé para detectar acumulación de dióxido de carbono en la sangre.
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de SMSL:
- Dormir boca abajo.
- Estar en un ambiente con humo de cigarrillo mientras están en el útero o después de nacer.
- Dormir en la misma cama con sus padres (dormir acompañado).
- Tendidos de cama blandos en las cunas.
- Partos múltiples (ser mellizo, trillizo, etc.).
- Partos prematuros.
- Tener un hermano o hermana que padeció SMSL.
- Madres que fuman o consumen sustancias psicoactivas.
- Nacer de madre adolescente.
- Intervalos de tiempo cortos entre embarazos.
- Cuidado prenatal tardío o ausencia de éste.
- Vivir en condiciones de pobreza.
Ponga siempre a un bebé a dormir boca arriba (incluso durante las siestas). No acueste a un bebé a dormir boca abajo. Asimismo, un bebé se puede voltear boca abajo estando de lado, así que esta posición se debe evitar.
Ponga a los bebés a dormir sobre una superficie firme (como una cuna). Nunca permita que el bebé duerma en la cama con otros niños o adultos y tampoco lo acueste a dormir sobre otras superficies, como un sofá.
Deje que los bebés duerman en el mismo cuarto (NO en la misma cama) que sus padres. En lo posible, las cunas de los bebés deben estar ubicadas en la alcoba de los padres para permitir la alimentación por la noche.
Evite los tendidos de cama blandos. Los bebés deben estar en colchones para cunas firmes, apretados, bien ajustados y sin tendidos sueltos. Use una frazada liviana para cubrir al bebé. No utilice almohadas, cobertores ni edredones.
Verifique que la temperatura ambiente no esté muy alta. La temperatura ambiente debe ser confortable para un adulto con ropas ligeras. El bebé no debe estar caliente al tacto.
Ofrézcale al bebé un chupete (biberón) al irse a dormir. Los chupetes (biberones) a la hora de la siesta y a la hora de ir a dormir pueden reducir el riesgo de SMSL. Los médicos creen que los chupetes podrían permitir que las vías respiratorias se abran más o impedir que el bebé caiga en un sueño profundo. Si el bebé está lactando, es mejor esperar hasta un mes antes de ofrecerle un chupete, de manera que esto no interfiera con la lactancia.
No utilice monitores de respiración ni productos comercializados como formas de reducir el SMSL. Las investigaciones han encontrado que estos dispositivos no ayudan a prevenir este síndrome.
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