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HEMORRAGIA


Hemorragia se refiere a la pérdida de sangre y puede ocurrir dentro del cuerpo (internamente) o por fuera de éste (externamente). Se puede presentar:
  • Dentro del cuerpo, cuando la sangre se filtra desde los vasos sanguíneos u órganos.
  • Por fuera del cuerpo, cuando la sangre fluye a través de una abertura natural (como la vagina, la boca o el recto).
  • Por fuera del cuerpo, cuando la sangre sale a través de una ruptura en la piel.

CAUSAS DE: HEMORRAGIA

La hemorragia puede ser causada por lesiones o puede ocurrir espontáneamente. La hemorragia espontánea por lo general es ocasionado por problemas con las articulaciones o los tractos gastrointestinal o urogenital.

PRIMEROS AUXILIOS

Los primeros auxilios son apropiados para el sangrado externo, pero si hay un sangrado intenso o si se sospecha de una hemorragia interna, ¡consiga ayuda médica inmediatamente!
  1. Calme y bríndele confianza a la persona, ya que ver sangre puede ser muy atemorizante.
  2. Si la herida es superficial, lávela con agua tibia y jabón, y séquela con palmaditas suaves, sin frotarla. Las heridas superficiales o rasguños son lesiones que afectan las capas superficiales de la piel y el sangrado de este tipo de heridas a menudo se describe como “exudado”, debido a que es lento.
  3. Deje a la persona acostada. Esto reduce la posibilidad de un desmayo al aumentar el flujo de sangre al cerebro. Siempre que sea posible, eleve la parte del cuerpo que está sangrando.
  4. Retire cualquier residuo suelto o suciedad visible de la herida. Si un objeto, como un cuchillo, trozo de madera o flecha, está enterrado en el cuerpo, NO lo retire, pues esto puede causarle incluso más daño y puede empeorar la hemorragia. Coloque almohadillas y vendajes alrededor del objeto y péguelo con cinta en el lugar.
  5. Aplique presión directa sobre la herida externa con un vendaje estéril, un trozo de tela limpio o incluso con una prenda de vestir. Si no hay otra cosa disponible, use las manos. La presión directa es lo mejor para un sangrado externo, excepto para una lesión ocular.
  6. Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado. Cuando éste se haya detenido, envuelva fuertemente el apósito sobre la herida con cinta adhesiva o con un pedazo de tela limpio. Coloque una compresa fría sobre el apósito. No mire por debajo del vendaje para ver si el sangrado se ha detenido.
  7. Si el sangrado continúa y se rezume a través del material que está siendo sostenido sobre la herida, no lo retire; simplemente, coloque otro vendaje sobre el primero. Asegúrese de buscar atención médica.
  8. Si el sangrado es profuso, busque ayuda médica y tome las medidas necesarias para evitar el shock. Mantenga la parte del cuerpo lesionada completamente inmóvil. Acueste a la persona horizontalmente, levántele los pies unas 30 cm y cúbrala con un abrigo o una manta. NO mueva a la persona si ha habido una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o una pierna, ya que al hacerlo se puede empeorar dicha lesión. Consiga ayuda médica lo más pronto posible.

NO SE DEBE

  • NO aplique un torniquete para controlar el sangrado, excepto como último recurso, pues hacerlo puede causar más mal que bien. Un torniquete sólo se debe usar en una situación potencialmente mortal y lo debe aplicar una persona que tenga experiencia.
  • Si la presión continua no ha detenido el sangrado y éste es extremadamente copioso, se puede emplear un torniquete hasta que llegue la ayuda médica o el sangrado sea controlable.
    • Se debe aplicar a la extremidad entre el sitio del sangrado y el corazón, y apretarlo de manera que se pueda controlar el sangrado aplicando presión directa sobre la herida.
    • Para elaborar un torniquete, utilice vendajes de 5 a 7,5 cm de ancho y envuélvalos alrededor de la extremidad varias veces. Amarre un nudo medio o cuadrado, dejando puntas lo suficientemente largas como para atar otro nudo. Se debe colocar un palo o vara firme entre ambos nudos. Retuerza el palo hasta que el vendaje esté bien apretado para detener el sangrado y luego asegúrelo en su sitio.
    • Revise el torniquete cada 10 a 15 minutos. Si el sangrado se puede controlar (es manejable aplicando presión directa), retire el torniquete.
  • NO eche una ojeada a la herida para ver si el sangrado se detuvo. Cuanto menos moleste la herida, mayor será la probabilidad de que pueda controlar el sangrado.
  • NO hurgue una herida ni hale un objeto incrustado en ella, pues esto generalmente provoca más sangrado y daño.
  • NO retire un apósito si está empapado en sangre. En vez de esto, coloque un nuevo vendaje encima.
  • NO trate de limpiar una herida grande, ya que esto puede causar un sangrado más profuso.
  • NO intente limpiar una herida una vez controlado el sangrado. Consiga ayuda médica.

SE DEBE BUSCAR ASISTENCIA MÉDICA DE EMERGENCIA SI

Busque ayuda médica si:
  • El sangrado no se puede controlar, requirió el uso de un torniquete o fue causado por una lesión grave.
  • La herida podría necesitar puntos de sutura.
  • La arenilla o suciedad no pueden eliminarse fácilmente limpiando con suavidad.
  • Usted cree que puede haber una hemorragia interna o shock.
  • Aparecen signos de infección, tales como incremento del dolor, enrojecimiento, hinchazón, líquido amarillento o marrón,ganglios linfáticos inflamados, fiebre o vetas rojas que se diseminan desde el sitio hacia el corazón.
  • La lesión se debió a una mordedura de animal o de humano.
  • El paciente no se ha hecho aplicar la vacuna antitetánica en los últimos 5 a 10 años.

PREVENCIÓN

Utilice el sentido común y mantenga los cuchillos y objetos cortantes fuera del alcance de los niños pequeños.

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